El Rougarou (pronunciado de forma alternativa como Roux-Ga-Roux, Rugaroo, o Rugaru), es una criatura legendaria en las comunidades francesas, conectada a las nociones europeas del "hombre-lobo".
Las historias de la criatura conocida como rougarou son tan diversas como las formas de decir su nombre, aunque todas ellas están conectadas a las culturas francesas a través de un derivado común, la creencia en la Loup-garou. Loup es la palabra francesa para lobo, y garou (garulf) es un hombre que se transforma en animal.
Rougarou representa una variante de la pronunciación y escritura del francés original loup-garou. De Acuerdo a Barry Jean Ancelet, un académico experto en el folclore Cajún y profesor en la Universidad de Louisiana, en Lafayette, la historia o relato del rougarou es una leyenda común en Luisiana. Ambas palabras se usan intercambiables en la parte sur de esta región. Algunos llaman al monstruo rougarou; otros prefieren referirse a él como loup garou.
La leyenda del rougarou ha sido contada y extendida por muchas generaciones, tanto directamente por franceses asentados en Luisiana como por los inmigrantes franceses-canadienses de siglos atrás.
En la leyenda Cajún, se dice que la criatura merodea los pantanos alrededor de Acadia y de la Gran Nueva Orleans (Greater New Orleans), y posiblemente los campos o los bosques de las regiones. El rougarou es más a menudo notado como una criatura con un cuerpo humano y la cabeza de un lobo o perro, similar a la leyenda de hombre lobo.
Con frecuencia la historia era contada para hacer temer. Un ejemplo son las historias que decían los líderes o cabezas a los niños cajunes para que se comportaran. Otro ejemplo relata que el lobo como bestia cazaría y mataría a católicos que no siguieran las reglas del préstamo. Esto coincide con las historias acerca del loup garou de los franceses católicos, donde el método para convertirse en un hombre lobo era romper estas reglas durante siete años seguidos.
Una leyenda común acerca de chupasangre(vampirismo) especula que el rougarou estaba bajo hechizo por 101 días. Después de ese tiempo, la maldición o hechizo era tranferido de persona en persona en busca de sangre humana. Durante el día la criatura regresaba a la forma humana. Actuando cual enfermo, el humano se retraía de decirle a otros la situación por temor a ser asesinado.
Otras historias parten desde que el rougarou es un jinete sin cabeza hasta un derivado de la brujería. En la última variante, solo una bruja podría hacer un rougarou - sea convirtiéndose a sí misma en lobo o maldiciendo a otros con licantropía.
Como las leyendas se pasan de forma oral o contadas, sin medio escrito, las historias con frecuencia se contradicen unas a otras. Las historias del wendigo varían de tribu en tribu y de región en región, pero la causa más común del cambio está relacionada con canibalismo.
Un ejemplo modificado, no en la leyenda original del wendigo, es que si una persona ve un rugaru o rougarou, esa persona se convertirá en uno de estos. A partir de entonces, la desafortunada víctima sería condenada a vagar en forma de este monstruo. Esta historia del rugaru lleva alguna semejanza a una versión nativa-americana de la leyenda del wendigo relatada en una corta historia por Algernon Blackwood. En la adaptación ficticia que hace Blackwood de la leyenda, ver un wendigo causaría que uno se convirtiera en uno.
Es importante notar que el rugaru no es una palabra nativa Ojibwa, tampoco es derivada de los idiomas de las gentes vecinas a los nativos. Sin embargo, esta tiene una estrecha similitud a la palabra francesa para hombre-lobo, loup garou.
El autor Peter Matthiessen determino que el rugaru es una leyenda separada del gigante canibal wendigo. Mientras el wendigo era temido, el notó que el rugaru era visto como sagrado y entonado con la naturaleza y la madre tierra, de la misma forma que Pie Grande en las leyendas de hoy en día.
Aunque identificado con Pie Grande, hay poca evidencia en el folclore indígena de que sean una criatura similar.
Folclore de Louisiana
Las historias de la criatura conocida como rougarou son tan diversas como las formas de decir su nombre, aunque todas ellas están conectadas a las culturas francesas a través de un derivado común, la creencia en la Loup-garou. Loup es la palabra francesa para lobo, y garou (garulf) es un hombre que se transforma en animal.
Rougarou representa una variante de la pronunciación y escritura del francés original loup-garou. De Acuerdo a Barry Jean Ancelet, un académico experto en el folclore Cajún y profesor en la Universidad de Louisiana, en Lafayette, la historia o relato del rougarou es una leyenda común en Luisiana. Ambas palabras se usan intercambiables en la parte sur de esta región. Algunos llaman al monstruo rougarou; otros prefieren referirse a él como loup garou.
La leyenda del rougarou ha sido contada y extendida por muchas generaciones, tanto directamente por franceses asentados en Luisiana como por los inmigrantes franceses-canadienses de siglos atrás.
En la leyenda Cajún, se dice que la criatura merodea los pantanos alrededor de Acadia y de la Gran Nueva Orleans (Greater New Orleans), y posiblemente los campos o los bosques de las regiones. El rougarou es más a menudo notado como una criatura con un cuerpo humano y la cabeza de un lobo o perro, similar a la leyenda de hombre lobo.
Con frecuencia la historia era contada para hacer temer. Un ejemplo son las historias que decían los líderes o cabezas a los niños cajunes para que se comportaran. Otro ejemplo relata que el lobo como bestia cazaría y mataría a católicos que no siguieran las reglas del préstamo. Esto coincide con las historias acerca del loup garou de los franceses católicos, donde el método para convertirse en un hombre lobo era romper estas reglas durante siete años seguidos.
Una leyenda común acerca de chupasangre(vampirismo) especula que el rougarou estaba bajo hechizo por 101 días. Después de ese tiempo, la maldición o hechizo era tranferido de persona en persona en busca de sangre humana. Durante el día la criatura regresaba a la forma humana. Actuando cual enfermo, el humano se retraía de decirle a otros la situación por temor a ser asesinado.
Otras historias parten desde que el rougarou es un jinete sin cabeza hasta un derivado de la brujería. En la última variante, solo una bruja podría hacer un rougarou - sea convirtiéndose a sí misma en lobo o maldiciendo a otros con licantropía.
Como las leyendas se pasan de forma oral o contadas, sin medio escrito, las historias con frecuencia se contradicen unas a otras. Las historias del wendigo varían de tribu en tribu y de región en región, pero la causa más común del cambio está relacionada con canibalismo.
Un ejemplo modificado, no en la leyenda original del wendigo, es que si una persona ve un rugaru o rougarou, esa persona se convertirá en uno de estos. A partir de entonces, la desafortunada víctima sería condenada a vagar en forma de este monstruo. Esta historia del rugaru lleva alguna semejanza a una versión nativa-americana de la leyenda del wendigo relatada en una corta historia por Algernon Blackwood. En la adaptación ficticia que hace Blackwood de la leyenda, ver un wendigo causaría que uno se convirtiera en uno.
Es importante notar que el rugaru no es una palabra nativa Ojibwa, tampoco es derivada de los idiomas de las gentes vecinas a los nativos. Sin embargo, esta tiene una estrecha similitud a la palabra francesa para hombre-lobo, loup garou.
El autor Peter Matthiessen determino que el rugaru es una leyenda separada del gigante canibal wendigo. Mientras el wendigo era temido, el notó que el rugaru era visto como sagrado y entonado con la naturaleza y la madre tierra, de la misma forma que Pie Grande en las leyendas de hoy en día.
Aunque identificado con Pie Grande, hay poca evidencia en el folclore indígena de que sean una criatura similar.
O Rougarou (pronunciado de forma alternativa como Roux-Ga-Roux, Rugaroo, ou Rugaru), é uma criatura legendaria nas comunidades francesas, ligada às noções européias do "homem-lobo".
As histórias da criatura conhecida como rougarou são tão diversas como as formas de dizer seu nome, ainda que todas elas estão ligadas às culturas francesas através de um derivado comum, a crença na Loup-garou. Loup é a palavra Francesa para lobo, e garou (garulf) é um homem que se transforma em animal.
As histórias da criatura conhecida como rougarou são tão diversas como as formas de dizer seu nome, ainda que todas elas estão ligadas às culturas francesas através de um derivado comum, a crença na Loup-garou. Loup é a palavra Francesa para lobo, e garou (garulf) é um homem que se transforma em animal.
Folclore de Louisiana
Rougarou
representa uma variante da pronunciación e escritura do francês
original loup-garou. De Acordo a Barry Jean Ancelet, um academico
experiente no folclore de Cajún e professor na universidade de
louisiana, em Lafayette, a história ou relato do rougarou é uma lenda
comum em Louisiana. Ambas palavras se usam intercambiables na parte sul
desta região. Alguns chamam ao monstro rougarou; outros preferem se
referir a ele como loup garou.
A lenda do rougarou tem sido contada e estendida por muitas gerações, tanto directamente por franceses assentados em Louisiana como pelos imigrantes franceses-canadianos de séculos atrás.
Na lenda Cajún, diz-se que a criatura merodea os pântanos ao redor de Acadia e da Grande Nova Orleans (Greater New Orleans), e possivelmente os campos ou os bosques das regiões. O rougarou é mais com freqüência notado como uma criatura com um corpo humano e a cabeça de um lobo ou cão, similar à lenda de homem lobo.
Com frequência a história era contada para fazer temer. Um exemplo são as histórias que diziam os líderes ou cabeças aos meninos de cajún para que se comportassem. Outro exemplo relata que o lobo como besta caçaria e mataria a católicos que não seguissem as regras do empréstimo. Isto coincide com as histórias a respeito do loup garou dos franceses católicos, onde o método para converter em um homem lobo era romper estas regras durante sete anos seguidos.
Outras histórias partem dizendo que o rougaru é uma mistura de lobisomem com vampiro, um ser humano mordido ira contrair a licantropia ou seja ira se trasformar em rougaru. A única semelhança do rougaru com o wendigo é o canibalismo.
A lenda do rougarou tem sido contada e estendida por muitas gerações, tanto directamente por franceses assentados em Louisiana como pelos imigrantes franceses-canadianos de séculos atrás.
Na lenda Cajún, diz-se que a criatura merodea os pântanos ao redor de Acadia e da Grande Nova Orleans (Greater New Orleans), e possivelmente os campos ou os bosques das regiões. O rougarou é mais com freqüência notado como uma criatura com um corpo humano e a cabeça de um lobo ou cão, similar à lenda de homem lobo.
Com frequência a história era contada para fazer temer. Um exemplo são as histórias que diziam os líderes ou cabeças aos meninos de cajún para que se comportassem. Outro exemplo relata que o lobo como besta caçaria e mataria a católicos que não seguissem as regras do empréstimo. Isto coincide com as histórias a respeito do loup garou dos franceses católicos, onde o método para converter em um homem lobo era romper estas regras durante sete anos seguidos.
Outras histórias partem dizendo que o rougaru é uma mistura de lobisomem com vampiro, um ser humano mordido ira contrair a licantropia ou seja ira se trasformar em rougaru. A única semelhança do rougaru com o wendigo é o canibalismo.
Wendigo (também Windigo, Windago, Windiga, Witiko, Wihtikow e outras variações) é um criatura sobrenatural que faz parte da mitologia do povo indígena da América do Norte Ojíbuas.
De acordo com a mitologia, o Wendigo é formado a partir de um humano
qualquer, que passou muita fome durante um inverno rigoroso, e para se
alimentar, comeu seus próprios companheiros. Após perpetuar atos
canibais por muito tempo, acaba se tornando este monstro e ganha muitos
atributos para caçar e se alimentar, tais como imitar a voz humana,
escalar árvores, suportar cargas muito pesadas, e além disso tem uma
inteligência sobre-humana. O Wendigo também tem a capacidade de hibernar
por anos, e para suportar os invernos, estoca suas vítimas em cavernas
subterrâneas onde as devora lentamente. De acordo com a mitologia
indígena, para destruir um Wendigo é preciso queimá-lo, pois segundo os
indígenas, Wendigo tem um corpo sobrehumano também que lhe permite
sobreviver a qualquer tipo de ferimento inconstante.
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